domingo, 22 de diciembre de 2013

Juan Cavestany: "Quiero aportar algo nuevo, fresco, distinto, que sorprenda"


Su película «Gente en sitios», un collage sobre cómo la gente trata de salir de la crisis, aporta oxígeno al cine español.

No resulta fácil etiquetar una película como Gente en sitios, sucesión de sketches donde lo absurdo y lo delirante van de la mano. Su propio director, Juan Cavestany, duda antes de ofrecer una respuesta: «Es extraña, peculiar, sorprendente, hecha para disfrutar. Una mezcla de cine autoral y, a la vez, muy popular y accesible».
En el Festival de Toronto, donde empezó a hacer ruido, la película fue recibida como «la crisis de España más Buñuel». Cavestany admite que es una película sobre la crisis, pero «de la crisis humana en general, de las relaciones, de la persona, de la dificultad de sobrevivir en el sistema. Y el sistema que hemos elegido, que es el capitalista, es fallido, es extraño, da unos problemas de funcionamiento que a veces son cómicos».
El filme hereda, a su vez, una circunstancia vital, la de su director, un momento en que «no sé qué va a pasar con el cine, no sé por dónde conducir mi trabajo y mi vida personal. Surge en una especie de desencaje, como el que está mucha gente ahora». Sin embargo, subrayaCavestany, la suya no es una película catastrofista, sino que muestra «cómo la gente intenta salir de la crisis».

80 actores, cámara en mano

Acepta el cineasta que su filme es independiente, porque lo ha levantado en solitario, pero rechaza el término «low cost». Por más que la rodara durante seis meses, un día a la semana, con una economía de medios espartana (cámara en mano) y recurriendo a la colaboración de un reparto tan amplio (80 actores) como desinteresado. «Desde Maribuel Verdú a un portero que apareció un día por una casa y le pedí que dijera una frase». 
El número de caras conocidas abruma: además de VerdúSantiago SeguraEduard FernándezCoque MallaErnesto Alterio y Alberto San Juan se dejan ver en la cinta, cómplices con el pacto honesto de Cavestany. El director defiende este tipo de rodaje (conDispongo de barcos y El señor ya demostró que no necesita grandes presupuestos) pero al mismo tiempo avisa de que «el cine no puede estar abocado a esto». 
Cavestany admite que, frente a la entusiasmo de la crítica, el público se muestra más frío. «Sigue siendo difícil esta relación extraña, que se está generando, parece difícil de reconducir, la gente no va a las salas, no se sabe dónde encontrar el valor de las pelis, o sacarles el valor, como financiarlas, pero es una relación que hay que restablecer. Es necesario un ejercicio de auto exigencia y rigor».
Servir de referencia para la gente que empieza, que se acercó a darle las gracias por demostrar que es posible rodar con pocos medios, es algo que asume con cautela: «Que cualquiera, técnicamente, pueda hacer una película, no significa que se deba. Pero ni yo ni nadie es el juez para decidirlo». Advierte de que tanto este filme como los dos anteriores «no son un alegato. Para nada. Responden a una coyuntura mía muy particular. Uno de los posibles conceptos, que es «con muy poco se puede hacer bastante», está muy bien. Es una buena cosa a transmitir. No sólo en cine, sino en general».
Con Gente en sitios, asegura, ha buscado «aportar algo nuevo, fresco, distinto, que sorprenda». «Lo que hago es ser muy honesto, tratando de hacer gracia cuando creo que hay humor y dando el zarpazo cuando hay que darlo. La experiencia global es generosa. La película está llena de posibilidades, es como una especie de bául. También sé que no es una película multi-salas, para que vaya toda la familia a partirse de risa», dice Cavestany de su filme, una de las propuestas más originales que ha dado el panorama español en 2013.
Fuente: ABC

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